Pensada para una pareja joven y sus hijos pequeños, la casa Patrocínio dispone de un gran espacio de 485m² de superficie construida. La distribución de los ambientes en una sola planta se desarrolla en torno a un patio central, que permite una mayor vista de la casa y potencia las áreas de estar, destacando el ocio y la interacción social como elementos centrales del proyecto.

La arquitectura minimalista propuesta para la residencia buscó potenciar la relación entre los materiales naturales y la vegetación, llevando la naturaleza a los interiores.

El uso de madera y piedra natural promueve una mayor sensación de calidez tanto en la parte social como en la íntima de la casa.

El volumen liso de la cubierta contrasta con los volúmenes de piedra y el jardín de la fachada frontal. La sala se abre a ambos lados, mejorando la vista del paisaje local y promoviendo la ventilación cruzada en toda el área social.

En este sentido, el proyecto de paisajismo se diseñó más allá de la integración, buscando la protección y privacidad de este entorno.

La piscina ubicada en el patio central fue diseñada para el esparcimiento de los residentes, permitiendo también la práctica de actividad física – lo que explica su forma rectilínea acompañando en paralelo el volumen del área privada.

También se utilizaron estrategias de ventilación cruzada en la suite de la pareja, que se abre a los dos jardines. En la apertura que da al patio central, grandes puertas de madera aseguran la integración de la parte íntima con la parte externa de la residencia.

Credit: ArchDaily