Reconozco que soy de puertas a fuera, en cuanto sale un rayito de sol, ahí estoy con mi huerto urbano y mis jardineras, plantando, regando, podando, abonando y reponiendo vivaces, pero reconozco que aunque nos encantan los exteriores bien decorados, es un “trabajo” más, que muchos no están dispuestos a tomarse como una diversión.

Para ellos, para quienes pasan de la jardinería, para quienes se sienten asesinos de flores y plantas, para quienes no tienen tiempo, los cactus son una excelente opción.

No podéis tener mayor variedad en el mercado: los hay altos, bajos, delgados, gruesos, con flores, sin flores, redondos, alargados… pero todos tienen algo en común son sencillos de mantener y muy decorativos. Podéis ponerlos por separado, juntos en un rincón, sobre una mesa contra la pared, haciendo un jardín vertical, en la rocalla… o como os guste más.

Podéis acumular una auténtica colección de cactus o tener dos desérticos en las esquinas de la terraza, contra un muro pintado de color vivo quedarán preciosos y si encontráis una textil étnico podría ser la casa de Frida Kahlo

Si cultivamos cactus en macetas, debemos tener cuidado de que no se quemen las raíces por sobrecalentamiento del recipiente. Esto podemos evitarlo prefiriendo macetas de color claro, a ser posible de barro para que airee bien y con piedras en el fondo para favorecer el drenaje.

En general, los cactus resisten temperaturas bajas, pero hay que tener cuidado con las especies de zonas cálidas, a las que no debemos exponer a menos de 5º C. No debemos regarlos hasta que la tierra esté totalmente seca y si empieza a llover, corriendo al invernadero o directamente dentro de casa, no lo resistirían.

A diario vemos cactus en muchas casas, nuestras clásicas y mediterráneas pitas, el milagroso aloe vera de diferentes variedades, las famosas Cephalocereus senilis, que parecen barbas de anciano o las decorativas Chamaecereus con sus flores rojas dándole vida, recordad que se debe regar la tierra, no las flores ni la planta porque se pone fea (esto sirve para todas las plantas). Son sencillas de cultivar, mantener y trasplantar, por supuesto siempre con guantes de jardinero…

Por no hablar de los clásicos Pachycereus pringlei, totalmente Tex Mex o las Mammillaria spinossisima, todos tienen en común la fobia al agua, y son perfectos para terrazas y patios. A mi me parecen especies alienígenas dependiendo de la variedad, pero decorativas son un rato.