Urano hizo estallar una burbuja de gas 22.000 veces más grande que la Tierra en 1986 y ahora los investigadores creen que volverá a suceder.
Dos científicos planetarios descubrieron algo que el análisis anterior había pasado por alto el año pasado al revisar los archivos de la NASA: un parpadeo en el campo magnético de Urano cuando la nave espacial viajaba a través de una especie de burbuja magnética. El nuevo hallazgo, que se publicó en Geophysical Research Letters el verano pasado, se produce cuando los científicos planetarios comienzan a centrar su atención en algunas de las preguntas sin respuesta más importantes en el campo.
La nave espacial Voyager 2 capturó esto con las manos en la masa, pero en ese momento los investigadores lo pasaron por alto, pero luego se confirmó.
En 1986, cuando la nave espacial Voyager 2 sobrevoló Urano y observó una gran burbuja de gas que salía disparada de la atmósfera del planeta.
Durante el sobrevuelo, la Voyager 2 detectó una brillante columna de gas que salía disparada del hemisferio sur de Urano. El penacho tenía unos 8.000 kilómetros (5.000 millas) de ancho y se extendía 27.000 kilómetros (17.000 millas) sobre la superficie del planeta, lo que lo convertía en unas 22.000 veces el volumen de la Tierra.
Los científicos creen que este penacho fue causado por una repentina liberación de gases desde las profundidades de la atmósfera de Urano. La causa exacta de este evento aún no se comprende por completo, pero se cree que está relacionado con la inclinación extrema del planeta, lo que hace que experimente variaciones estacionales extremas.
Este evento fue significativo porque proporcionó a los científicos nuevos conocimientos sobre la dinámica de la atmósfera de Urano y les ayudó a comprender mejor los complejos patrones climáticos del planeta.