El universo es un misterio en sí mismo, cuánto interés nos suscita descubrirlo y cómo de lejos podemos estar de conocerlo al detalle. Años luz nos separan de casi cualquier cosa, hasta de lo que aún no sabemos que existe. Y eso es lo que ocurre con uno de las mayores incógnitas jamás resueltas, la de la existencia de los agujeros negros. Según nos desvela el documental Cómo ver un agujero negro, el misterio más grande del Universo, que puedes disfrutar online y gratis en RTVE Play, “nadie ha visto nunca cómo son”, por lo que un equipo de astrónomos lleva a cabo una impresionante misión internacional para ser los primeros en tomar la primera fotografía de este gran ser oscuro. ¿Lo conseguirán?
Una maravilla escondida
De todas las bellezas que conforman el cosmos, hay una en especial que se resiste a ser vista por los científicos más brillantes del mundo, y son los agujeros negros. Brian Greene, Catedrático de Física en la Universidad de Columbia, los define como “una región del espacio donde la fuerza de la gravedad es tan potente que nada puede escapar de ella si se acerca demasiado. Ni la propia luz”.
A esta explicación, Janna Levin, Catedrática de Física y Atronomía en la Universidad de Columbi, añade que “en realidad nos referimos a una zona llamada ‘horizonte de sucesos’. Un límite concreto alrededor del agujero negro que marca lo que está dentro y lo que está fuera”. Y es que si “algo rebasa ese límite, ‘adiós’; ha dejado de estar en contacto con el resto del universo. No sabemos cuál es su destino final, pero no debe de der muy bueno”; cuenta Scott Hughes, Catedrático de Física en el Instituto de Tecnología de Massachusetts.
La gran pregunta que nos podemos hacer es: ¿si nadie ha visto un agujero negro, ¿cómo podemos saber que existen?
El telescopio revolucionario
Con el fin de dar solución a esta cuestión, el astrofísico Shep Doeleman, del Observatorio Astrofísico Smithsoriano, dirige un experimento que busca hacer la primera fotografía de la historia de un agujero negro. Pero la tarea no es sencilla, las predicciones dicen que el objeto “es equivalente a cuatro millones de soles”, un tamaño enorme que se convierte en hormiga porque “como desde la Tierra está a 26.000 años luz, es tan pequeño que no existe telescopio capaz de verlo”.
Así pues, según desvelan en el documental en cuestión, se requiere de un “telescopio revolucionario del tamaño de la Tierra”. Para ello, Doeleman ha desarrollado una técnica muy estratégica, emplear radiotelescopios. Un plan maestro que lleva año trazando, “combinar las funciones de ocho telescopios situados en España, México, Arizona, Hawái, Chile y el Polo Norte”. Una red que abarca todo el planeta, pero que para captar la imagen que buscan “todas las parabólicas deben apuntar hacia el agujero negro justo en el mismo momento”. Una vez que cada telescopio detecte esas emisiones del entorno del agujero, “se necesita combinarlas para formar una imagen”. Unos datos registrados en discos duros que deberán unirse “en un superordenador llamado ‘correlacionador’”.
El resultado
Las primeras pruebas que hace el equipo de Shep Doeleman son con el agujero negro M87 y el resultado es fascinante. Y es que los algoritmos consiguen conforman una imagen “que los astrónomos no habían visto antes”. Según cuenta el líder, “es una foto asombrosa que, si se sostiene, va a cambiar la vida de mucha gente” porque “es fascinante ver por primera vez un agujero negro”.
Este equipo del Telescopio del Horizonte de Sucesos, que es como se llaman, verificó sus datos y los publicó en 2019. Una revolución que catapulta a la comunidad científica a obtener mejores datos y una fotografía del siguiente agujero negro, el Sagitario A*. ¿Cuál será el siguiente descubrimiento?
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